«La obra de Hemingway está llena de hallazgos simples y deslumbrantes».
Gabriel García Márquez
En esta edición recuperamos, en una nueva traducción de Damián Alou, la
recopilación que el propio Hemingway hizo de todos sus cuentos en 1938,
conocida como Los cuarenta y nueve primeros cuentos y donde se
encuentran relatos tan magistrales como "Los asesinos", "Las nieves del
Kilimanjaro" o "Padres e hijos". El mundo estético y moral de Hemingway
-ese espacio traspasado por la soledad, la individualidad y la
brutalidad- se encuentra aquí destilado, despojado de todo ornamento,
encerrado en el sustantivo y el adjetivo precisos, seco, sobrio,
cegador, latente. La caza, la pesca, el boxeo, la guerra, el alcohol, el
deseo o la derrota son algunos de los materiales con que se construye
esta obra cuyo aliento perdura con un vigor insospechado
«La obra de Hemingway está llena de hallazgos simples y deslumbrantes».
Gabriel García Márquez
En esta edición recuperamos, en una nueva traducción de Damián Alou, la
recopilación que el propio Hemingway hizo de todos sus cuentos en 1938,
conocida como Los cuarenta y nueve primeros cuentos y donde se
encuentran relatos tan magistrales como "Los asesinos", "Las nieves del
Kilimanjaro" o "Padres e hijos". El mundo estético y moral de Hemingway
-ese espacio traspasado por la soledad, la individualidad y la
brutalidad- se encuentra aquí destilado, despojado de todo ornamento,
encerrado en el sustantivo y el adjetivo precisos, seco, sobrio,
cegador, latente. La caza, la pesca, el boxeo, la guerra, el alcohol, el
deseo o la derrota son algunos de los materiales con que se construye
esta obra cuyo aliento perdura con un vigor insospechado