En noviembre de 1986 la aparición de Signos partió en dos la carrera de Soda Stereo. Con un sonido que reseteo su obra anterior y sus ambiciones artísticas futuras, el tercer álbum de Soda convirtió al grupo en un gigante de dimensiones hasta entonces desconocidas para el rock latinoamericano.
En noviembre de 1986 la aparición de Signos partió en dos la carrera de Soda Stereo. Con un sonido que reseteo su obra anterior y sus ambiciones artísticas futuras, el tercer álbum de Soda convirtió al grupo en un gigante de dimensiones hasta entonces desconocidas para el rock latinoamericano.